Básica Primaria
En la Básica Primaria se emplea como estrategia la Escuela Activa urbana, esta metodología se consolida como la promotora del desarrollo de los sujetos y de sus transformaciones culturales. De esta manera, se pueda hablar de la escuela como institución social y como institución de formación integral para la vida; al tiempo que se establece la acción como su eje central y como punto de convergencia de los procesos de elaboración presentes en los sujetos. Esta particularidad hace que se pueda caracterizar a esta educación y a su puesta en escena.
1. Como un proceso de formación integral y como medio para lograr el cambio social; en consecuencia, la educación debe favorecer el desarrollo de competencias para resolver problemas cotidianos. Situación que lleva a que el estudiante active sus capacidades y potencialidades para comprender, analizar y buscar soluciones a los problemas, pudiendo adoptar alternativas y valorar resultados.
2. Como un espacio abierto y contextualizado; por tanto, demanda la participación de sus actores o, como recomienda Dewey, una escuela democrática propia para el “aprender haciendo”, para la formación de competencias investigativas y para el aprendizaje cooperativo.
3. El maestro como guía y orientador del estudiante en los procesos de aprendizaje. El docente deberá estar atento para el reconocimiento y la reconfiguración de estrategias pedagógicas que, acordes a las diferencias individuales y a sus dimensiones de desarrollo, promuevan la participación activa de los estudiantes.
4. Las experiencias de los niños en el desarrollo de actividades académicas son el foco de la acción educativa. En ellas es importante el juego. El juego dinamiza la actividad académica y tiene un gran valor pedagógico por cuanto libera, imprime placer, fortalece lazos de afecto entre quienes lo practican y provee de reglas para su ejecución.
5. El aprendizaje se asume como un proceso de pensamiento reflexivo, no sólo a nivel individual sino también a nivel cooperativo. Prueba de que el trabajo en grupo enriquece los ambientes de aprendizaje, facilita los procesos de apropiación conceptual, y contribuye al desarrollo de habilidades y competencias básicas.
6. El sujeto en formación es el centro del proceso educativo, por consiguiente se asumen como sujetos del quehacer pedagógico tanto los estudiantes como los padres de familia, los docentes y demás integrantes de la comunidad educativa. Se reconoce que independientemente de la condición, del rol y de los niveles de formación, la escuela tiene mayores posibilidades de avance cuando todos sus actores se encuentran insertos y en apertura de cualificación.
La institución implementa en la Básica Primaria (1° a 5°) algunos de los elementos de la Escuela Activa Urbana, como un paradigma de aprendizaje y un enfoque de escuela abierta a través de estrategias concretas de trabajo cooperativo sustituyendo las prácticas pedagógicas convencionales, transmisoras, memorísticas y pasivas. En este sentido la Escuela Activa considera la educación como un proceso de formación integral que concibe la escuela como un espacio abierto donde se fomenta la libertad del niño para opinar y donde se fomentan actitudes de compañerismo y cooperación. Una escuela que atiende intereses, necesidades y motivaciones de los estudiantes, que promueve la construcción social del conocimiento y el desarrollo de destrezas que estimulan la autonomía, la creatividad, la capacidad de solucionar problemas.
En cuanto a los recursos, cuenta con una colección de textos interactivos o de guías de aprendizaje, coherentes con el aprendizaje cooperativo y personalizado que propician el desarrollo de competencias básicas, donde el estudiante aprende a aprender, a hacer, donde aprende a convivir y donde aprende a ser. En conclusión con esta metodología, el niño disfruta el proceso de aprendizaje como una experiencia significativa y enriquecedora.
En la Básica Primaria también se implementa el Programa todos a aprender –PTA- de 1° a 5° en el área de lenguaje y matemática.
La estrategia PTA-Pioneros de Jornada Única, desde el área de lenguaje, posee una serie de fundamentos teóricos que estructuran las actividades de clase. Uno de los principales referentes es el enfoque comunicativo, del que se desprende que la lectura y la escritura son habilidades comunicativas que se desarrollan a lo largo del proceso escolar y que, de acuerdo con Ordoñez (1993) deben enseñarse de manera explícita, secuencial y sistemática. Este enfoque se basa también en la premisa de Vygotsky en la que se sostiene que la enseñanza del lenguaje está ligada al desarrollo del pensamiento y este a su vez se va dando en cada una de las etapas escolares del estudiante, sin dejar de lado la idea fundamental que asume que la lengua es ante todo comunicación (Labrador)
Estos elementos se trabajan desde el material educativo Manual de lectura y composición (2016) de Los Nogales, que se asume como un kit de herramientas para apoyar el desarrollo de habilidades comunicativas de los estudiantes y que a su vez debe ser complementado con el quehacer y el conocimiento didáctico del contenido de los docentes. De modo que los manuales dejan de ser una propuesta que se baste a sí misma por pasar a ser una herramienta que se nutre del saber pedagógico que los docentes.
En el área de matemáticas, la metodología Singapur que se implementa desde la estrategia PTA Pioneros, es una propuesta metodológica basada en teorías de aprendizaje, con una estructura en espiral similar a los lineamientos para matemáticas del MEN. Según Jerome Bruner en una estructura curricular en espiral, los estudiantes tienen la oportunidad de volver a trabajar con ideas centrales a medida que profundizan su comprensión de las mismas. Destaca que es a través de la coordinación entre los registros CONCRETO, PICTÓRICO Y SIMBÓLICO lo que permite la adquisición de conocimientos.